sábado, 22 de mayo de 2010

El cordón del Caulle. Volcán Puyehue

Este cordón volcánico, es una meseta de altura con un suelo de pumicita y lava volcánica, es una de las zonas volcánicas mas activas del sur, hay geisers, aguas termales y vertientes que afloran en distintas partes. En febrero del 2010 fuimos a recorrerlo a caballo, acompañando a Joaquim que tenía que recoger muestras de rocas en diversos sitios.

Viaje a Isla Riesco en Magallanes

La Isla fué el antiguo punto de encuentro entre los canoeros de los canales (Kawaskar) y los cazadores de las pampas (Tehuelches), hoy es una zona de gran tradicion estanciera, ocupada por los descendientes krotas, escoceses y españoles, dedicados a avejería y el turismo. La parte mas occidental de la Isla es parte de la Reserva Nacional Alacalufes. Desde el canal Fitsroy que separa la isla del continente, se puede ver una interesante transición de paisajes entre la estepa, la precirdillera cubierta de bosque caducifolio de lenga y ñirre y las montañas y fiordos de bosque siempreverde de coihue de magallanes. Es una zona espectacular hoy amenazada por un gran proyecto minero de carbón, que pretende hacer un rajo de 4 por 2 km, dejando montañas de estériles y alterando profundamente la vida y ecología de la Isla.

domingo, 24 de enero de 2010

Viaje a Minas Gerais


En la universidad federal de Labras con Pablo, Paula y Silvia, donde hicimos muy buenas amistades. La universidad está enclavada en el paisaje brasileño y de gran nivel. Es una universidad muy similar a la Austral en su tamaño y carreras

Viaje a Minas Gerais



En septiembre del 2009 viajé a visitar a ni antiguo amigo Pablo Toffoletti, que se fue a vivir al maravilloso y profundo Brasil. Ouro preto

domingo, 19 de julio de 2009

Viaje al circulo polar ártico


El 10 de Julio fuimos al norte del círculo polar ártico, en la latitud 68 º N. Abajo se encuentra la localidad de Abisko, con la estación científica donde trabaja Joaquim durante este verano. De derecha a izquierda Matias, Joaquim y yo.









Paisaje de tundra en Abisko y el lago Tornetrask que está a una altitud de 350 msnm











La "puerta de los lapones"o "Lapporten", paisaje emblemático del nor oeste sueco. Este muestra la clasica forma en "U" de un valle de origen glacial














Bosques boreales dominados por picea













Mas arriba se encuentran los bosques puros de abedul (Betula pubescens)










El paisaje está dominado por turberas con algunas especies del mismo género que en la patagonia chilena como: sphagnum, rubus,empetrum,viola











Joaquim en una turbera midiendo el carbono y metano que libera al derretirse el permafrost o suelo congelado











Este es unBastu o sauna al estilo Lapón, dentro hay una estufa cubierta de piedras y una ducha fria, para lavarse como se hacía antiguamente.










También fuimos a visitar los fiordos en Noruega, en la zona de Narvik

viernes, 26 de junio de 2009

Impacto de las plantaciones en el paisaje del sur de Chile



Este trabajo es un resumen de un trabajo presentado al Conhreso Forestal Mundial de Buenos Aires 2009

Introducción


Las políticas de fomento forestal que por muchas décadas han existido para la actividad forestal de Chile, han dado como resultado enormes transformaciones en el paisaje del centro sur, con importantes repercusiones en el sector turismo y en el patrimonio cultural intangible del país. Chile posee una larga historia de transformaciones del paisaje, con avance y retroceso de los bosques, algunos de ellos en forma muy dramática (Otero, 2006).

El paisaje es lo que vemos del territorio y por lo tanto es la imagen que tenemos de nuestro país. Por eso en español la palabra “paisaje” se vincula al “territorio” y al “país”, en una manifestación inequívoca de lo estrechos lazos que tienen los conceptos de paisaje y patria.

Desde el punto de vista de la neurociencia el paisaje es el entorno que uno usa y percibe o es la interfaz entre un organismo y su entorno . Basado en su uso y percepción, se sostiene que el paisaje posee tres determinantes o tipos que se complementan: la producción de bienes y servicios, los paisajes donde predomina el asentamiento de población y los paisajes donde la naturaleza salvaje es dominante (Gastó et al, 2006).

Otros autores sostienen que el paisaje tiene tres componentes fundamentales: los físicos (geoformas, vegetación, agua, infraestructura, etc.); los estéticos (forma, color, textura, armonía, etc.); y los culturales y sicológicos (identidad, misterio, aventura, tranquilidad, etc.Para la ecología el paisaje es un mosaico de ecosistemas que se disponen en el espacio en forma característica.

Para los artistas el paisaje tiene un enfoque asociado al diseño de parques y entornos naturales en medios urbanos o en su periferia. A esta mirada corresponde el concepto de “arquitectura del paisaje”.

Desde la perspectiva antropológica se considera al paisaje como una expresión de la cultura y la historia de los pueblos en un amplio sentido. En este marco se ha desarrollado el concepto de “paisaje cultural”.

Este artículo está centrado en el análisis de paisajes intervenidos en zonas de plantaciones forestales, es decir en el paisaje más común, donde se integran actividades humanas y productivas con la naturaleza A lo largo del artículo, se entregan criterios y se analizan fotografías que permiten analizar las actuales condiciones de estas plantaciones y sus efectos sobre el paisaje.

Esta ponencia pretende hacer un análisis critico de las interacciones de manejo forestal en las plantaciones del sur de Chile, haciendo énfasis en las necesidad de incorporar criterios estéticos a estos ecosistemas.

Libro: La Huella del Fuego


HISTORIA DE LOS BOSQUES NATIVOS Y CAMBIOS EN EL PAISAJE DEL

SUR DE CHILE.

LUIS OTERO

Prólogo

Cada persona, el ser humano en general, la naturaleza, el universo, todos, tienen su historia. La historia es parte de la vida porque es su memoria. Si no se tiene memoria, simplemente no se es, no se tiene pasado, y por lo tanto, no se tiene conciencia del presente ni se tiene capacidad para proyectar el futuro.

Hasta donde entendemos, sólo los seres humanos, por lo menos en este planeta, tienen esa capacidad de memoria consciente, no sólo ancestral, como pueden tenerla otros seres. Pero en los seres humanos la memoria es frágil, y si no la registran las sucesivas generaciones por simple transmisión, registro que también es frágil y demasiado susceptible a cambio o a alteración, simplemente se pierde con todo su tremendo bagaje. El registro por escrito, en el papel, es claramente la forma más segura y fidedigna de mantenerla. Y si así lo logramos podemos revisar y analizar el pasado que de ese modo se nos hace presente, con la posibilidad de reconocer lo que se ha hecho mal y de vislumbrar el futuro, recuperando lo bueno y mejorando lo malo del pasado.

Este libro de Luis Otero cumple en muy buena forma esta tarea de poner en el papel la historia de los bosques nativos, utilizando para ello las crónicas de los conquistadores y los registros propios de las épocas más modernas, así como trabajos escritos en el mismo tema en los últimos años y, además, sacando sus propias conclusiones de las evidencias dejadas por la acción de los seres humanos sobre la naturaleza.

El relato es muy ameno, entre otras razones porque mezcla gratamente los usos y costumbres de los pueblos indígenas con los cambios provocados en los bosques. Además resalta las costumbres y la cultura agrícola ganadera de los indígenas, así como su condición de ribereños combinada con el uso de los frutos, madera y plantas medicinales, dejando claros los efectos sobre el bosque que tuvieron. Luego enfoca del mismo modo la época colonial, mostrando la recuperación que experimentaron los bosques durante la Colonia debido al abandono de las antiguas áreas de cultivo indígena, y luego el nuevo embate destructivo que experimentaron durante la República, época en que se destruyó la mayor parte del recurso, pero siempre explicando con un claro sentido histórico las causas que permiten entender esas acciones humanas.

Finalmente hace referencia a las plantaciones, a las primeras experiencias de manejo de los bosques y a los cambios en la conciencia ambiental y en la cultura nacional, dejando en evidencia la importancia que tiene para el futuro de nuestros recursos el ordenamiento del conocimiento histórico de ellos y de los pueblos que los utilizan, y avizorando la posibilidad de un manejo sustentable, que deja claro que aun no ocurre.

El contenido de este libro es un complemento necesario y muy útil para el buen uso y mejor entendimiento de los textos sobre la flora chilena y sobre la ecología y silvicultura de los bosques, de tal manera de no cometer en el presente los mismos errores del pasado, y así lograr un mejor futuro.

Claudio Donoso Zegers

2006