domingo, 19 de julio de 2009

Viaje al circulo polar ártico


El 10 de Julio fuimos al norte del círculo polar ártico, en la latitud 68 º N. Abajo se encuentra la localidad de Abisko, con la estación científica donde trabaja Joaquim durante este verano. De derecha a izquierda Matias, Joaquim y yo.









Paisaje de tundra en Abisko y el lago Tornetrask que está a una altitud de 350 msnm











La "puerta de los lapones"o "Lapporten", paisaje emblemático del nor oeste sueco. Este muestra la clasica forma en "U" de un valle de origen glacial














Bosques boreales dominados por picea













Mas arriba se encuentran los bosques puros de abedul (Betula pubescens)










El paisaje está dominado por turberas con algunas especies del mismo género que en la patagonia chilena como: sphagnum, rubus,empetrum,viola











Joaquim en una turbera midiendo el carbono y metano que libera al derretirse el permafrost o suelo congelado











Este es unBastu o sauna al estilo Lapón, dentro hay una estufa cubierta de piedras y una ducha fria, para lavarse como se hacía antiguamente.










También fuimos a visitar los fiordos en Noruega, en la zona de Narvik

viernes, 26 de junio de 2009

Impacto de las plantaciones en el paisaje del sur de Chile



Este trabajo es un resumen de un trabajo presentado al Conhreso Forestal Mundial de Buenos Aires 2009

Introducción


Las políticas de fomento forestal que por muchas décadas han existido para la actividad forestal de Chile, han dado como resultado enormes transformaciones en el paisaje del centro sur, con importantes repercusiones en el sector turismo y en el patrimonio cultural intangible del país. Chile posee una larga historia de transformaciones del paisaje, con avance y retroceso de los bosques, algunos de ellos en forma muy dramática (Otero, 2006).

El paisaje es lo que vemos del territorio y por lo tanto es la imagen que tenemos de nuestro país. Por eso en español la palabra “paisaje” se vincula al “territorio” y al “país”, en una manifestación inequívoca de lo estrechos lazos que tienen los conceptos de paisaje y patria.

Desde el punto de vista de la neurociencia el paisaje es el entorno que uno usa y percibe o es la interfaz entre un organismo y su entorno . Basado en su uso y percepción, se sostiene que el paisaje posee tres determinantes o tipos que se complementan: la producción de bienes y servicios, los paisajes donde predomina el asentamiento de población y los paisajes donde la naturaleza salvaje es dominante (Gastó et al, 2006).

Otros autores sostienen que el paisaje tiene tres componentes fundamentales: los físicos (geoformas, vegetación, agua, infraestructura, etc.); los estéticos (forma, color, textura, armonía, etc.); y los culturales y sicológicos (identidad, misterio, aventura, tranquilidad, etc.Para la ecología el paisaje es un mosaico de ecosistemas que se disponen en el espacio en forma característica.

Para los artistas el paisaje tiene un enfoque asociado al diseño de parques y entornos naturales en medios urbanos o en su periferia. A esta mirada corresponde el concepto de “arquitectura del paisaje”.

Desde la perspectiva antropológica se considera al paisaje como una expresión de la cultura y la historia de los pueblos en un amplio sentido. En este marco se ha desarrollado el concepto de “paisaje cultural”.

Este artículo está centrado en el análisis de paisajes intervenidos en zonas de plantaciones forestales, es decir en el paisaje más común, donde se integran actividades humanas y productivas con la naturaleza A lo largo del artículo, se entregan criterios y se analizan fotografías que permiten analizar las actuales condiciones de estas plantaciones y sus efectos sobre el paisaje.

Esta ponencia pretende hacer un análisis critico de las interacciones de manejo forestal en las plantaciones del sur de Chile, haciendo énfasis en las necesidad de incorporar criterios estéticos a estos ecosistemas.

Libro: La Huella del Fuego


HISTORIA DE LOS BOSQUES NATIVOS Y CAMBIOS EN EL PAISAJE DEL

SUR DE CHILE.

LUIS OTERO

Prólogo

Cada persona, el ser humano en general, la naturaleza, el universo, todos, tienen su historia. La historia es parte de la vida porque es su memoria. Si no se tiene memoria, simplemente no se es, no se tiene pasado, y por lo tanto, no se tiene conciencia del presente ni se tiene capacidad para proyectar el futuro.

Hasta donde entendemos, sólo los seres humanos, por lo menos en este planeta, tienen esa capacidad de memoria consciente, no sólo ancestral, como pueden tenerla otros seres. Pero en los seres humanos la memoria es frágil, y si no la registran las sucesivas generaciones por simple transmisión, registro que también es frágil y demasiado susceptible a cambio o a alteración, simplemente se pierde con todo su tremendo bagaje. El registro por escrito, en el papel, es claramente la forma más segura y fidedigna de mantenerla. Y si así lo logramos podemos revisar y analizar el pasado que de ese modo se nos hace presente, con la posibilidad de reconocer lo que se ha hecho mal y de vislumbrar el futuro, recuperando lo bueno y mejorando lo malo del pasado.

Este libro de Luis Otero cumple en muy buena forma esta tarea de poner en el papel la historia de los bosques nativos, utilizando para ello las crónicas de los conquistadores y los registros propios de las épocas más modernas, así como trabajos escritos en el mismo tema en los últimos años y, además, sacando sus propias conclusiones de las evidencias dejadas por la acción de los seres humanos sobre la naturaleza.

El relato es muy ameno, entre otras razones porque mezcla gratamente los usos y costumbres de los pueblos indígenas con los cambios provocados en los bosques. Además resalta las costumbres y la cultura agrícola ganadera de los indígenas, así como su condición de ribereños combinada con el uso de los frutos, madera y plantas medicinales, dejando claros los efectos sobre el bosque que tuvieron. Luego enfoca del mismo modo la época colonial, mostrando la recuperación que experimentaron los bosques durante la Colonia debido al abandono de las antiguas áreas de cultivo indígena, y luego el nuevo embate destructivo que experimentaron durante la República, época en que se destruyó la mayor parte del recurso, pero siempre explicando con un claro sentido histórico las causas que permiten entender esas acciones humanas.

Finalmente hace referencia a las plantaciones, a las primeras experiencias de manejo de los bosques y a los cambios en la conciencia ambiental y en la cultura nacional, dejando en evidencia la importancia que tiene para el futuro de nuestros recursos el ordenamiento del conocimiento histórico de ellos y de los pueblos que los utilizan, y avizorando la posibilidad de un manejo sustentable, que deja claro que aun no ocurre.

El contenido de este libro es un complemento necesario y muy útil para el buen uso y mejor entendimiento de los textos sobre la flora chilena y sobre la ecología y silvicultura de los bosques, de tal manera de no cometer en el presente los mismos errores del pasado, y así lograr un mejor futuro.

Claudio Donoso Zegers

2006


Homenaje al silvicultor Tomás Monfil


A UNO DE LOS MAYORES SILVICULTORES DE CHILE

La semana recién pasada falleció en Santiago don Tomás Monfil, uno de los mayores silvicultores que ha tenido Chile. Él fue el gran impulsor de la reforestación en Aysén durante los años 60s, obra que desafortunadamente no fue continuada con la fuerza que requería. Don Tomás se inició como explorador de Aysén en los años 50 en el Ministerio de Tierras y Colonización, allí se dio cuenta de la magnitud del desastre ambiental provocada por los incendios de los colonos, apoyados por el Estado de la época. Durante los años 60 y a través de la naciente CONAF, Tomás Monfil impulsó la reforestación de alrededor de 8.000 ha, en una región donde se habían quemado 2,8 millones de ha. Desde esa época no ha vuelto a haber un programa de plantaciones de esa magnitud en la región.

Don Tomás Monfil fue también gerente del ex Complejo Forestal y Maderero Panguipulli de CORFO, iniciando los manejos en gran escala del bosque nativo chileno. El ex Complejo llegó a tener cerca de 300 mil ha, incluidas varias fábricas y los manejos del bosque nativo generaron trabajo y conservaron una de las zonas mas bellas del sur de Chile. Quién visite hoy el interior de Panguipulli y Neltume, podrá comprobar lo bien conservado del paisaje. Tomás Monfil dirigió cerca de 2 mil personas en el ex Complejo, durante los años mas difíciles del Gobierno Militar y lo hizo defendiendo la dignidad de las personas.

Han pasado cerca de 30 años para comprender la importancia de la silvicultura del bosque nativo y recién hoy tenemos una ley de fomento al manejo de estos bosques, pero con un escuálido presupuesto y sin la importancia que requiere una ley de tanto impacto en el desarrollo nacional .

Don Tomás era un “self made man”, una persona hecha así misma y en forma muy integral. Él podía ir caminando por el bosque y hablando de silvicultura, luego comentaba sobre la calidad de las maderas y agregaba datos de costos, al mismo tiempo que observaba las semillas de los árboles y la conservación de los suelos.

Cuando salió dél ex Complejo, fue a trabajar a Chiloé, donde junto a su labor de gerente de una empresa forestal, apoyaba proyectos campesinos para el buen manejo de los bosques, junto al Obispo Monseñor Isern.

Su último trabajo lo desarrolló en una de las zonas forestales mas pobres del país, en San Juan de la Costa, Osorno. Allí ayudo a organizar una empresa forestal con las comunidades Mapuche-Huilliche de la zona, realizando plantaciones y manejando los bosques nativos. En su trabajo impulsó especialmente la organización de mujeres a través de la recolección y comercialización de follajes ornamentales. En toda esta labor destinó su tiempo y dinero personal, después que Indap le retiró el apoyo a su proyecto.

Esta fue la labor realiza por su país por el silvicultor don Tomás Monfil.

Luis Otero

Ingeniero forestal e historiador ambiental

Universidad Austral de Chile

Autor del libro: La Huella del fuego. Historia de los bosques nativos, cambios en el paisaje y poblamiento del sur de Chile. Ed. Pehuén.2006.

lotero@uach.cl




Primeras jornadas de Historia Forestal


Afiche de las Primeras Jornadas, realizadas el 30 de Noviembre del 2007

















Homenaje a don Tomás Monfil en las plantaciones del ex Complejo Forestal Panguipulli, en Neltume

Mis viajes


El año 2oo3 fui contratado para trabajar en Honduras en un proyecto de planificación del sector forestal. Entoces visté la comunidad de propietarios forestales de Toncontin, en el Caribe hondureño. Allí todavía se usaba ir al bosque armado por lo problemas de robo de caoba y delincuencia.













En Mayo del 2009 fui al Caribe Clombiano a realizar un estudio de captura de carbono en plantaciones forestales y asçi se ve la vida a orilla de la carretera














El año 2006 estuve en el sur deBrasil, Estado de Paraná, verificando carbono en plantaciones. La foto muestra un paisaje de Lomajes, cultivo de frejoada y bosquetes de araucarias brasileñas














En Suecia he estado muchos años, viendo los bosques de pino silvestre sobre las rocas,en este caso a las orillas del lago Sommen














El año 2007 visité los Llanos del río Orinoco en Venezuela, enuna auditoría de carbo en plantaciones de pinus caribea













En Diciembre del año 2008 estuve en Nicaragua con mi amigo Jorge Maluenda y realizando un estudio sobre cuencas y cambio climçatico. Lago Nicaragua, al fondo el espectacular volcán Momotombo

Libro:Ecología del Paisaje del sur de Chile. Arquitectura y diseño de paisajes intervenidos


Los chilenos nos identificamos con ciertos paisajes fundamentales como la cordillera nevada, el desierto, los campos regados de la zona central, y los bosques, lagos y volcanes del sur. Por ello la transformación del paisaje repercute inevitablemente en nuestra identidad y en definitiva en el patrimonio cultural del país.

Las políticas de fomento que por años han existido para la actividad forestal, la agricultura, la ganadería y la minería, han dado como resultado enormes transformaciones en el paisaje nacional, que repercuten a su vez en nuestra identidad y cultura.

Este libro está centrado en el análisis de paisajes intervenidos en zonas de producción, es decir en el paisaje más común, donde se integran actividades humanas y productivas con la naturaleza y los diferentes ecosistemas regionales, en una suerte de uso múltiple del territorio. A lo largo de sus páginas, se entregan conceptos teóricos y elementos prácticos de diseño de paisajes, dirigidos a planificadores, propietarios de la tierra y público general, por lo que se han evitado los tecnicismos innecesarios.

Mediante la descripción de abundantes fotografías del sur del país, con elocuentes paisajes desde el río Biobío hasta Tierra del Fuego, se ponen de manifiesto en estas páginas, en forma práctica, los problemas de diseño existentes.

Para comprender el paisaje es necesario entender las intervenciones y los sistemas de producción agrícola y forestal, así como comprender la estructura y funcionamiento de los sistemas naturales. Este libro pretende explicar estas interacciones así como los aspectos estéticos y de diseño propiamente tales.

El libro se compone de cuatro partes: en la primera se abordan aspectos teóricos sobre temas de ecología y cultura, luego se analizan los principios estéticos y de diseño del paisaje; en el tercer capítulo se abordan aspectos prácticos de intervención en paisajes silvoagropecuarios y, finalmente, se abordan aspectos de evaluación y diseño de paisajes.


jueves, 25 de junio de 2009

Fotos personales


Plantación de raulí

Libro: Manual de manejo de bosques nativos


Este manual de silvicultura está ditigido a quienes queiren aprender a manejar un bosque para producir madera, con un sentido ecológico y social.
Solicitar al autor
lotero@uach.cl

Mis pinturas


Volcanes Mocho y Choshuenco












Volcán Osorno





















Origenes











Volcan Llaima